Tú también me haces falta

a todas horas, cada minuto, en cada respiración, en cada latido de mi corazón, te echo de menos, todas las mañanas, todas las tardes, todas las noches, en nuestras conversaciones hasta las dos de la mañana, cuando decías que por mí, si era necesario, irías hasta el fin del mundo, cuando me susurrabas que me querías y que estarías siempre conmigo, siempre, que te pedía que no me lo repitieras porque, al fin y al cabo, todo lo bueno se acaba, prometimos querernos los dos, te he echado de menos todo este tiempo, he pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar, he pensado en tus besos, he soñado con el momento de verte al lado mío dejándote llevar. Y con un suave desliz hago que se pare el tiempo,  te he echado de menos y siempre lo haré.