A veces pienso que aún estás, que no te fuiste, que regresas, me besas y me dices que no esté triste, que esta realidad es sólo un chiste de mal gusto y que del tamaño del infinito te gusto. A veces subo a la azotea a mirar las nubes y veo aquellas figurillas que dibujaba el deseo, me acuesto, pienso en ti y si cae alguna estrella, le pido que de tu piel jamás se borren mis huellas.
A veces no, casi siempre, te imagino en mi camino, que me tocas la puerta y cuando abro es mi vecino, a veces sueño que te cuento los secretos de mi infancia, que tenemos un hijo y le enseñamos a decir gracias.
A veces pienso que tú no piensas en mí y que para estar junto a ti yo nací, quizás sea así, pero cuando los ojos abro y te veo a mi lado digo: ''amanecí junto a un milagro'', conservo tu carta, como un tesoro, tesoro te adoro e ignoro que más de ti me enamoro sólo, quisiera ser el duende que siempre aflora en tus poros y te dejo porque a veces las canciones tienen coro.
A veces hago gestos creyendo que me miras, y que soy lo que hay en tus pupilas, te quiero una pila, ojalá lo mismo tú, me convertí en un bombillito que no prende sin tu luz, a veces no quiero pensar que sin ti tengo frío, y que cuando te vas me dejas llena de vacío, eres lo que ansío, adorarte es mi virtud, están tocando la puerta, ojalá seas tú...
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